domingo, 11 de marzo de 2012

Hace tanto...


"Que 20 años no es nada, que febril la mirada". Que han pasado 22 y hay cosas que recuerdo como ayer…

Hace tanto que no escribo que pensé que había olvidado cómo hacerlo ¡Y es que he olvidado tanto! En algún punto del camino que tracé para mi vida, olvidé cómo perderme. Hoy camino con rumbo fijo pero sin mirar a los lados porque he olvidado cómo hacerlo, ni siquiera logro mirar atrás.

¿Qué pasa? Que para encontrarte no necesito mirar atrás. Hoy estás tan presente en mi vida como el primer día. Entonces, yo te seguía entre las ramas para que no advirtieras mi presencia. Así fui aprendiendo de ti, del fútbol, de tus gustos. Fui creciendo a tu alrededor sin que supieras que yo estaba ahí.

Más adelante, me propuse entrar a tu vida y permanecer en ella. Ahí no importaron principios ni miedos. Contrario a todo y valiéndome de todos te llegué tan cerca que logré que me extrañaras. Cuando el tiempo y la vida pusieron la primera distancia entre nosotros, tú volviste con ansias de mi cercanía. Ahí comprendí que había logrado ser parte de ti y tuve miedo.

Más adelante creí que la única forma de estar cerca de ti nuevamente era siguiendo ese anhelado norte que ayudaste a formar en mi. Hoy, la distancia y la cercanía son conceptos tan abstractos que no los logro comprender. Estamos en polos casi opuestos del planeta pero lo que es mi vida hoy se parece tanto a ti que no dejo de soñarte.

En los últimos 5 años habremos cruzado unas escasas 100 palabras, todas escritas. No recuerdo tu voz pero te siento tan cerca que puedo tocarte. Me sorprendes en cada sueño, cuando menos lo espero. Cuando parece que te he olvidado.

Parece que en la distancia no quisieras permitirme alejarme. Ahora, me rodea mucho de lo que eras cuando yo era una sombra más entre las ramas de los árboles. Cuando me convenzo de que sólo son casualidades, saltas a mis sueños y los invades haciéndome vivir una realidad alternativa, tan hermosa como compleja.

¿Serán los sueños errores en la matriz? ¿Serán la ventana a alguno de esos millones de universos paralelos a los que les damos la espalda con cada mínima decisión en nuestras vidas? ¿Serán la única oportunidad que le dejamos a los hilos de plata para que nos acerquen a nuestro verdadero ser? ¡NO SÉ!!! Y no sé si quiero saber ¡Lo que sí me he vuelto es cobarde!

Hoy tengo miedo. No quiero dormir. Siento que tan pronto cierro los ojos vas a tomar mi mano y llevarme a recorrer, nuevamente, esos caminos a los que les he dado la espalda.

Ya son tres las noches que me has robado. Ya son tres las mañanas en las que he despertado desorientada, sin saber si fue que lo viví. Cada vez es más real y no quiero volver a sentir el calor de tus manos guiándome por la vida.

Anoche me perdí en tus ojos. Cierro los míos y vuelvo a sentir el peso de tu mirada, de tus pensamientos, de tu ser sobre mí empujándome a ser de nuevo aquella de otros días. Que no me hablas pero te escucho atentamente y aprendo de ti. Que conozco ahora más de tí cuando estás más lejos. Que tu madre me quiere como a una hija.

Ya son 3 las horas que he pasado pensando y escribiendo para no enfrentar a mi almohada. 18 desde que me levanté sintiendo que ayer vivimos lo que nunca vivimos y parece tan real que ya no sé si la vida que llevo es mía o es prestada.

Que soy mujer y la curiosidad me mata...

Que temo no querer despertar...

Que temo aprender a perderme en mis sueños para no perder tu compañía...

No hay comentarios:

Publicar un comentario