jueves, 14 de junio de 2012

Acerca de los cambios

Desde que te ví por primera vez, siento que algo cambió en mi. Pero ya no sé si tú me cambiaste o si fuiste el premio por haberme conseguido a mí misma.

Lo cierto es que en el mismo momento en que me vi reflejada en tus ojos, me vi diferente. Aún hoy la sensación persiste. Me veo en el espejo y reconozco mi rostro, mi cuerpo pero a la vez es como si algo hubiera cambiado.

A la mañana siguiente lo dije: me sentí la mujer más hermosa de este planeta. Hoy eso cambió, ya no soy la más hermosa, ahora también soy la más poderosa. Es como si el encuentro contigo me hubiera otorgado súper poderes. ¿serás tú mi araña radioactiva? Hoy he vuelto a sentir en cuerpo y alma que todo lo que nuestra mente puede imaginar puede ser real. Y es que no dejo de verte como un producto de mi imaginación, de mis más genuinos y puros deseos.

Hace días me preguntabas por qué no nos habíamos encntrado antes y para mí la respuesta es muy sencilla: por mi culpa. Yo estuve perdida de mí misma durante los últimos 15 años. Difícilmente habría podido encontrarte en ese tiempo. Por eso no es casualidad. Tú me encontraste justo cuando yo di con mi centro nuevamente.

Con la suerte de que me encontraste, sí, en uno de mis momentos más “individualistas”. En un momento en el que no quiero sacrificar ni un milímetro de lo que soy por nada. En el único sentido que quiero cambiar es en aquél que me haga aún más yo, más plena. En un momento en el que te hice confrontar con todas las vertientes de quien soy –rápido y sin anestesia- para que tuvieras la oportunidad de huir antes de un mal mayor y te quedaste.

Te juzgué mal. Pensé que, como tantos, te aburrirías de la comelibros, o de la “romántica”, o de la súper ultra geek, o de la fanática del televisor, o de la crítica, o de la loca a la que le gusta el rock pero no conoce nada de música y, en última instancia -la que nunca falla- la que no tiene ni la menor idea de quién es ni recuerda los últimos 15 minutos de su vida.

Pero no, contigo todo es upside down. Lo más raro en mí es lo que más te gusta y me animas a ser más rara –lo que para muchos será un problema-. Deberías tomar esto en cuenta para juzgarme a mí.

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