La verdad necesitaba hablar con alguien y, para variar en mi rutina, recurro a ti. ¿Sabes? Eres el único que siempre está allí aunque aún no te haya visto por primera vez.
En días como hoy, especialmente tristes, adoraría poder refugiarme en tu mirada. La rutina me agobia. Necesito escapar de esta extraña jaula que yo misma me he creado.
No sé cómo, pero siento que cada vez estoy más sola y eso no es verdad. Es un hecho que cada día cultivo nuevas amistades. Sí, sé que no todas serán duraderas, pero de la misma manera sé que no todas serán pasajeras.
¿Entonces??? ¿Qué es eso que le falta a mi vida??? ¿Qué es eso que hace que no importe lo bien que esté y lo querida que sea para que siempre falte “algo.
¿ Serás tú??? ¿Será que todavía me eres imprescindible para continuar mi tránsito en este loco planeta???
La verdad ya la sabes. Sabes bien cuánto me he esforzado por alejar la idea de tu existencia de mi mente. Sabes todo lo que he hecho y sufrido por colocarte mil y un rostros que me decepcionen y me hagan desistir de ti. Pero nada lo ha logrado y yo ya no tengo fuerzas para seguir.
Sí, también sé que lo he dicho antes, pero ahora es diferente. Ahora hay una profunda y pesada tristeza que se apoya en mis hombros y me hunde contra el piso al punto de no permitirme siquiera caminar.
Siento que el sol no brilla, que los niños no ríen y que yo ya no quiero seguir. Sin embargo, sé que no he terminado mi vuelta acá. Pero ya no sé qué es lo que me falta aprender.
Creo que ya no doy más... Me siento y espero que el mundo siga girando y un día te coloque en mi camino. Espero que ese día tú estés preparado y traigas en la mano un aviso de neón muy grande que diga: ¡Soy yo!!! ¡Y estoy aquí para ti!!! ¡“Ya te encontré y no te dejaré ir”!!!
Sí, es triste. Es triste que cite a otro. Es triste que aún te espere pero no puedo hacer más. Es más triste que lleves el cartel, pero sé que lo voy a necesitar. Para lo dormidos que están mis sentidos sé que será difícil leer y creer en el cartel, ¡imagínate si no lo llevaras!!!
Como siempre... He aprendido millones de cosas. He aprendido hasta lo que no quería aprender. ¡Pero aún no he aprendido cómo dar contigo!!!
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