Dulce ángel adorado... Piérdeme en tus ojos.
Lléname la de profundidad de ese verde mar que me da paz
y devuélveme a la vida que nunca antes soñé.
Dulce ángel adorado... Llévame en tus brazos a sitios de no
ser.
Dame un nuevo norte y pierde en el horizonte la tristeza del
ayer.
Dulce y seguro refugio la Laguna Verde de tus ojos.
Manantial de esperanzas y sueños aún sin soñar
que llenan mi alma hasta la eternidad.
Esto lo escribí durante la boda de Ricardo y Raizza (08102011). Pensé que luego llegaría la inspiración para completarlo pero aún sigue así, inconcluso...
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